domingo, 12 de julio de 2009

ojo con estas tres letras
que ven y tienen nariz
la jota es su olfato en su punto
y la misma palabra lo ve.
yo veo por estas dos oes
minúsculos huecos mojados
y huelo el jarrón y la jota
y encojo mi arco de boca.
los ojos no tienen orejas
no importa:
ojo es una palabra tuerta

miércoles, 24 de junio de 2009

martes, 23 de junio de 2009

ya no sé si no sé nada
o tanto sé que se me atasca...
...
...
...

viernes, 19 de junio de 2009

desayuno rutina a cucharadas
pasa el día
camino
me paro y siento la brisa
de entre hojas de lata
hojalata que mueve aire sucio
calor sucio
suelo sucio
miro al cielo
hoy toca noche urbanizada
me paro a mirar los coches
coches de plata
sé que estas farolas jamás me dejarán ver nada

desayuno café y tostadas
cada día
cada vida
camino
entre el aire sucio
que no se aparta
y estas farolas
que no me dejan ver nada

y los hombres de hormigón
pasean perros
pasean sus coches de plata

y las mujeres en sus tacones
pasean bolsas
pasean solas

y yo camino
y desayuno
y me ensucio
hasta que me ducho

jueves, 18 de junio de 2009

hoy tuve un pensamiento
pensé meterlo en un cajón
lo guardo para un domingo

martes, 16 de junio de 2009

me gustan

me gusta la inmensidad de sus miniaturas
me la bebo
detalles grandes como espejos

me gustan los hombres
que salen a regar
cuando el sol sale a regar,
o no se va
o no contesta

me gustan los rizos de Antonio
los más negros casi azules o azabaches
los que cuelgan
los que sonríen
porque a veces lloran

los rayos que suenan
me gustan
los truenos que se vean

miércoles, 3 de junio de 2009

esbribe, o no.

Cágalo si quieres.Puede que eso te convenga, cágalo sobre el papel, vacíate de toda esa mierda, aunque te cueste páginas y más páginas. Insúltanos a todos, a toda la humanidad. Y que quede por escrito. Destruye nuestros principios y haz tu propia guerra. Mátanos, a los hombres. Que la vida sienta miedo. Deja arder esta escombrera infecta. Mira el fuego: calor llamas llamaradas ruido.

Déjalo que arda: la inteligencia en cenizas, espolvoreada en tu camisa. Como caspa.

nada

no surge. no hay nada
el aire me entra por las orejas
se espesa
la cabeza me pesa
pero no surge nada
nada
nada
no surge nada

domingo, 8 de febrero de 2009

nacer en un agujero negro

Y de pronto, en tu cabeza entra un ciclón, con sus nubes y sus claros. Vientos de norte fríos. Te sientes un poco a intervalos. Una de mis gatas viene a contarme algo, trepa por la silla, me llama y pasa de hombro a hombro. Tampoco hay mucho que decir, así que en perfecto equilibrio baja por el apoyabrazos y busca su cuenco de pienso duro. Porque pensar puede ser muy duro.

Pero ahora no pienso en nada en concreto. No son más que recuerdos que se quedan flotando por el espacio esperando a ser devorados por algún agujero negro, o gris, o verde. Empezar a pensar en la muerte te hace descubrir una nueva dimensión y ves cosas que antes no estaban allí. Fantasmas de piedra que surgen en las aceras, en los supermercados o sentados en algún taxi. Pequeñas percepciones quizás más sutiles, más sueltas, o que van un poco más allá. Si ves morir a alguien, te obsesionas con la muerte. El seso se te da la vuelta, como un pulpo al que han dado de ostias contra el suelo y que ahora tiene por fuera lo que antes tenía por dentro. Y la tinta es de un color muy negro. Y la pena es de un color más negro.

Y la realidad es nueva ahora, el aire es otro, tú ves morir para renacer, de una manera espontánea, y a la vez provocada. Renaces en la muerte, qué ironía.

viernes, 6 de febrero de 2009

un mal día lo tiene cualquiera

Me sudan hasta las orejas, se me salen las lentillas y me cruje el fémur.
Hoy no puede ser un buen día.
Hoy Madrid huele a morcilla mojada, a gato espachurrado.
Hoy el sol no encuentra un motivo para calentar el asfalto.
Todo me sabe a ajo y siento que la mente se enmohece.
¿debería ir al dentista?

una cara enfadada



pecar no es original

Me comporto como una animal que hiberna, pero vengo a la oficina. Hoy me ha nevado de camino en la moto y no me ha hecho ninguna ilusión. Patino con la pintura del pavimento y deseo caerme para culpar al ayuntamiento, aunque me rompa tres rodillas. Siempre hay un culpable, y si no lo hay, ya nos dicen los cristianos que para eso se inventó el pecado original. ¿Pondría Dios una demanda por resbalar en la carretera? Por eso Eva mordió la manzana. Seguro. En este país hay empleados del ayuntamiento que quitan la pintura de los pasos de cebra y otros que repasan los que están ya erosionados. Son esas cosas que ni Dios entiende.

Pero a mí Dios me resbala también. Y si se cae, pues que se lo cubra la seguridad social.